Todos venimos repentinamente al mundo, quien sabe por qué razón, y lo abandonamos dejándolo diferente. Cada una de las personas que vivieron, viven e incluso vivirán, se ven en la irremediable situación de producir un cambio, por más mínimo que sea. Tanto Nelson Mandela, como el hombre que reparte las noticias impresas en el periódico por la mañana; Adolf Hitler tanto como un maestro que se levanta con las luces del alba para enseñar sus conocimientos; Marilyn Monroe y un médico que dedica su vida a salvar la de otras personas; Caryl Chessman, Aristóteles, un niño que pasea por el parque en bicicleta, Charles Chaplin, una mujer dejando un pastel recién horneado en la ventana para que se enfríe con la brisa de la mañana, Albert Einstein, Ghandi, un hombre fumando un cigarrillo en el porche de su casa, Lennin, Isaac Newton, una joven que pasea entre las hojas amarillentas del otoño, Leonardo Da Vinci, William Shakespeare y una infinidad de personajes que han cambiado el rumbo de nuestra historia, algunos famosos y otros, simplemente no.
Mi nombre es Anna Austen y voy a contarles la historia de mi pequeño gran cambio...
Mi nombre es Anna Austen y voy a contarles la historia de mi pequeño gran cambio...